martes, 15 de diciembre de 2009

My Life


Sé que no podria vivir sin ella...

Podemos escucharla con los ojos cerrados, y nos encontraremos en otro mundo, en NUESTRO mundo, en el que solo vale la imaginación...Mi mundo se construye en una base de tambores que rigen los latidos del corazon, mis pasos los condicionan el retumbar del bajo, el sonido de las flautas golpean mi cara como si viento se tratara, el piano acompasa mis pensamientos y razonamientos, y el violin mis únicos deseos. Y cuando a todo esto se suma, el sonido de una eléctrica guitarra, de la yema de mis dedos salen chispas de colores...

En el lugar donde nunca pasa nada, el viento se reivindica y las ramas se agitan,...pero nunca pasa nada, donde las horas pasan...porque cuando la escucho ardo en una hoguera, y me quemo, y me abraso, y noto como el frío recorre mi cuerpo, pero ardo con la gasolina que poseo yo misma...porque cuando la escucho ardo como la última vez, y me elevo,...y volar, y...volar. Es un éxtasis musical que me devuelve a mi identidad, a lo originario, a las raíces primeras de mi existencia, porque en mi origen solo existe el ritmo puro de mi corazón y la corriente orgánica de la vida.

No necesito drogas que me hagan sentirme como ella, no hay ninguna más dulce que mi propio éxtasis, porque no solo la escucho, también la veo, desde mi introducción al delirio noto como el fuego explota en mi corazón y las lágrimas brotan de mis ojos...

Ella, solo ella, hace elevar mi alma por encima de sí misma, creando una región donde, libre de toda ansiedad, pueda refugiarse sin obstáculos en el puro sentimiento de sí misma. Ella es el eco del mundo invisible, de mi mundo real, es mi mayor reivindicación y la única revelación, es la mayor de mis pasiones, me envuelvo con ella, me empapo de su esencia, y todavía me quedo sin aliento...

No nace de la observación de las hojas de los árboles o la ciencia del suelo, crece como semilla en la oscuridad, alimentándose de los vacíos que los excesos dejó en mi corazón.
Ya no necesito oírla para escucharla, se apoderó de mis pensamientos mucho antes de existir, porque si me abrís las entrañas solo encontrareis notas musicales que hablan de mi vida; si muero escuchándote será la muerte más dulce...

Y así gira mi mundo, viviendo en un sin razón musical, viviendo agarrada a mi propio declive, a mi propio vicio, porque un orgasmo nos estremece el cuerpo, pero LA MÚSICA, el éxtasis musical, extremece mi mundo real, mi corazón, mi cuerpo físico, mi alma, y me devuelve al origen, me devuelve a un viaje del que algún día espero no volver.

Coge un orgasmo multiplícalo por mil y ni siquiera estarás cerca de lo que es para mi la MÚSICA.

1 comentario:

  1. ana.....en serio....escribe....escribe...y jamás pares de escribir......porque madre mia...

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